¿Por qué Donald Trump es tan suave con Rusia y con su presidente Vladimir Putin?
Se niega a decir que Rusia tuvo la culpa por invadir a Ucrania. Le prometió a Rusia, sin obtener nada a cambio, que Ucrania no se uniría a la OTAN. Le ofrece regalarle el territorio ucraniano que invadió antes de siquiera sentarse a negociar. Quiere que Rusia regrese al G7, el grupo de paises desarrollados que expulsó al país por invadir Crimea en 2014. Todo esto, a cambio una llamada telefónica. Es lo único que Putin le ha dado a Trump.
¿Por qué tantas concesiones a un país que realiza sabotajes, ciberataques y propaganda en contra de los intereses de Estados Unidos en todo el mundo? Ataques que Rusia realizó también cuando Trump fue presidente la última vez entre 2016 y 2020.
¿Es amistad? ¿Admiración? ¿Pago de favores? ¿Miedo?
Empecemos por lo que Trump y su equipo sí entienden bien: Rusia no es un enemigo al nivel de China. La economía de Estados Unidos es 14 veces más grande que la de Rusia y la ex potencia soviética ya no compite en tecnología, sus supuestos avances militares son de palabra, como el famoso misil experimental Oreshnik que lanzaron sin explosivos a una zona en Ucrania cercana a su frontera lo cual hace dudar que el aparato tenga el alcance y las capacidades destructivas que el Kremlin clama.
Es una potencia nuclear, sí, pero nadie sabe si su arsenal atómico siquiera sirve, dada su antiguedad y porque su mantenimiento es muy costoso. Recordemos: la economía rusa tiene casi el mismo tamaño que la de México. ¿Con ese dinero mantienen activas 4 mil 500 ojivas nucleares? No sólo son las ojivas las que estan en duda. Rusia ha fallado sus últimos dos intentos de lanzar misiles intercontinentales Sarmat. En septiembre pasado el misil estalló en la zona de lanzamiento. Y lo mismo podemos decir en casi todo lo demás que importa: inteligencia artificial, semiconductores, vuelos espaciales… Rusia no destaca más que en propaganda y desestabilización.
Así que Rusia no está al nivel de Estados Unidos, ni de China. ¿Por qué Trump los trata como si fueran una gran potencia? No se confundan, no digo que no sea una amenaza. Hay algo que Rusia hace mejor que China: guerra híbrida. Lanzar la piedra y esconder la mano. Actuar desde las sombras para dañar a Estados Unidos sin aceptar responsabilidad. La inteligencia rusa pagó alrededor de 30 millones de dólares para que afganos asesinaran a soldados estadounidenses en Afganistán. Y ese es sólo el ejemplo con amplias pruebas documentales. Los que dejan pocos rastros, como ciberataques desde Rusia contra agencias de seguridad y en contra de infraestructura crítica, como la red eléctrica y de agua de Estados Unidos, esas llevan más de 20 años.
No es ignorancia, esto lo saben todos los que conocen un poco de Rusia. ¿Es ingenuidad? El enviado especial de Trump a Ucrania, Keith Kellogg, declaró que el objetivo al negociar con Putin es separar a Rusia de sus aliados antiestadounidenses. ¿Es en serio?
Vladimir Putin y Xi Jinping, el líder del partido comunista chino, declararon su alianza “sin límites” en febrero de 2022, antes de la invasión a gran escala de Ucrania, por lo cual no se puede decir que el alejamiento de Rusia es por el apoyo estadounidense a Ucrania. Además, China es el país que más compra exportaciones rusas y también el mayor proveedor de los componentes que Rusia necesita para mantener su economía y su maquinaria de guerra a flote, ¿Putin va a darle la espalda a China después de tres años de apoyo durante la guerra, su vecino además, a cambio de que Estados Unidos termine las sanciones y el apoyo a Ucrania? ¿Va a enemistarse con Irán, con quien acaba de firmar un pacto de 20 años de duración y quien le proporcionó armas y drones durante la guerra? ¿Va a desairar a Corea del Norte luego de Kim Jong Un le regaló la vida de 11 mil de sus soldados para que los usara en la guerra contra Ucrania?
¿Rusia va a desechar a tres aliados en China, Irán y Corea del Norte, líderes vitalicios en sus países, que probablemente sigan en el poder por décadas, sólo para tener buena relación con un gobierno que quizá no dure más de cuatro años?
No creo que Trump sea tan ingenuo. Entonces si no es ignorancia y no es ingenuidad. ¿Qué es?
Hay algo personal de Trump con Vladimir Putin y con Rusia que nadie ha logrado descubrir exactamente qué es. ¿Grabaciones? ¿Negocios? ¿Dinero? ¿Relaciones personales? Los vínculos de Trump con Rusia datan de décadas atrás. En 1987 Trump hizo su primer viaje a Moscú, invitado por el entonces embajador soviético Yuri Dubinin. Él mismo lo describe en su famoso libro The Art of the Deal. Al regresar de ese viaje, Trump publicó un desplegado en prensa nacional criticando a la OTAN.
Yuri Svets, un ex oficial de la KGB y espía soviético en Washington, ha dicho en entrevistas que desde los años 80s que Trump era considerado por la KGB como un activo soviético. Y Cristopher Steele, un ex agente británico que dirigió la oficina de Rusia del MI6, dice que Rusia se dedicó a cortejar a Trump en los años previos a su presidencia, lo cual incluyó actos sobre los cuales habría videos. De eso último, sin embargo, sólo ha habido bromas y especulación. Ninguna evidencia todavía.
De lo que sí hay plena evidencia es de los contactos que familiares y colaboradores de Trump hicieron con rusos durante la campaña presidencial de 2016 para intentar influir en el resultado. Es suficientemente revelador que durante esa investigación del FBI, los cercanos a Trump mintieron sobre esos contactos y que el mismo presidente en funciones intentó impedir que la investigación concluyera.
¿Es Donald Trump un activo ruso? Eso parece, no sólo por su pasado sino por su defensa irracional de Rusia. Después de un ciberataque ruso masivo a oficinas de gobierno y a empresas estadounidenses en 2020, cuando él era presidente, dijo que la intervención venía de China a pesar de que su propio secretario de Estado y el FBI habían concluído que los ataques eran rusos. Cuando dos agentes rusos envenenaron a un a un doble agente y a su hija en Londres, Trump dijo que dudaba que Rusia fuera la responsable, a pesar de que esa era la conclusión de sus propios servicios de inteligencia.
Por eso es sospechoso que haya elegido como director del FBI y como Directora de Inteligencia Nacional a dos personajes, Kash Patel y Tulsi Gabbard, claramente incompetentes para esos cargos. Pero que comparten dos características: ser leales a Trump y ser pro-rusos. ¿Hay algo que Trump quiere ocultar?
En su presidencia anterior, Trump estuvo limitado por asesores y miembros de su propio gabinete que sí entendían la amenaza de Rusia. Los secretarios de Estado Mike Pompeo y Rex Tillerson, y los asesores de seguridad nacional Herbert McMaster y John Bolton. Todos ellos hablaron y actuaron en contra de Rusia. Y despidió a los cuatro por contradecirlo. Ahora ya no tiene esos controles. Veremos al verdadero Trump. ¿Sacrificará su dignidad y su lugar en la historia a cambio de preservar lo que sea que tiene con Vladimir Putin?
Quiero pensar que esa afinidad con Rusia no es tan valiosa para él como para sacrificar los intereses de largo plazo de su propio país. Muy pronto lo sabremos.
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