¿Podrá convencer México a Donald Trump de que le quite los aranceles? El presidente de Estados Unidos ha dicho que la razón de aplicarlos es por las drogas y los migrantes que México no detiene. Pero las muertes por sobredosis de fentanilo llevan un año a la baja, según el CDC, el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos. Y el cruce de migrantes también se ha desplomado desde el año pasado, según la autoridad fronteriza estadounidense. Así que México, según los propios datos oficiales de Estados Unidos, ya cumplió.
Pero hay una trampa. Donald Trump, a propósito, no puso metas concretas a México por dos razones: 1) Porque los aranceles son necesarios, según Trump, para mejorar la economía de Estados Unidos. En la mente del presidente, al aplicar impuestos a los productos extranjeros, no sólo el gobierno obtiene dinero, se hace más barato lo producido dentro del país y, por lo tanto, se aumentan los trabajos para los estadounidenses. Así que, no importa lo que México haga, el deseo de Trump de traer de vuelta los empleos en manufactura que se fueron de Estados Unidos con la globalización, no va a cambiar por el fentanilo y los migrantes. Sólo si el costo inmediato es muy grande, en inflación por ejemplo o en desplome en las bolsas, podría cambiar de opinión. Hay muchas razones por las que ese plan puede traer más daños que beneficios a Estados Unidos, pero ese es tema para otro video. Y la segunda razón de por qué Trump no le puso metas a México es porque necesitaba un pretexto legal basado en una “emergencia nacional”. El presidente no tiene facultades legales para imponer aranceles a menos que una emergencia, como la crisis de fentanilo, lo justifique; por eso acusó a Canadá de lo mismo, drogas y migración ilegal, a pesar de que es insignificante el contrabando de ambas cosas que viene desde ese país.
Fue muy listo, por parte de México, extraditar a Estados Unidos a 29 líderes narcotraficantes detenidos, algunos de ellos buscados por la DEA desde hace décadas como Rafael Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes. Porque fue una medida muy mediática, del tipo que a Trump le gusta presumir. Así que, todo depende ahora de las voces en la cabeza de Trump. Tiene dos opciones: mantener en pausa los aranceles, para seguir recibiendo regalos de México cuando menos de aquí hasta que se renegocie, en 2026, el tratado de libre comercio de América del Norte. O aplicar aranceles ahora, y amenazar con un incremento aun mayor si el vecino del sur no cumple con más.
Le convendría más a Trump una tercera opción: no aplicar ningún arancel a México, el único que puede sustituir la mayor parte de las cadenas de suministro que vienen de China -suponiendo que Trump realmente quiera desligarse de China-, pero con condiciones aun más duras de cooperación en seguridad por parte de México.
Porque, aunque sea muy mediática la extradición de esos históricos capos a Estados Unidos, hay voces en el gabinete de Trump que dicen que cuando se trata de narcotráfico, México sólo implementa medidas cosméticas para no dañar a los cárteles y sus vínculos con la clase gobernante mexicana. La única manera de erradicar a los grupos criminales mexicanos es si Estados Unidos los ataca directamente, cree el ala liderada por Sebastian Gorka, el principal asesor contra el terrorismo de Trump. Mientras que otro bando dentro de la Casa Blanca, encabezado por Stephen Miller, subjefe de Gabinete, cree que la cooperación de México es necesaria.
Trump tendrá la decisión final. Pero no parece que México pueda librarse de los aranceles sino hasta que sea forzado por las circunstancias: ver un desplome constante en las bolsas y un incremento en la inflación que le haga perder popularidad y quizá el Congreso en 2026.
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