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Donald Trump quiere eliminar los controles de armas en Estados Unidos

Foto del escritor: Ivan CruzIvan Cruz



Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ordenó a la recién nombrada Fiscal General, Pam Bondi, hacer una revisión sobre posibles violaciones contra la Segunda Enmienda cometidas en el mandato de Joe Biden. Esta ley es la que permite que los ciudadanos de su país puedan adquirir y portar armas.


El derecho a la posesión de armas que se menciona en la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos dice textualmente: "Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas".


Durante varios años, ese derecho ha sido cuestionado por políticos, activistas, académicos y otros sectores de la población estadounidense que lo consideran como un generador directo de violencia armada en Estados Unidos, como los constantes tiroteos escolares o el abastecimiento de equipo y municiones para grupos criminales.


Si bien, en el periodo de Joe Biden se habló de que la violencia armada se convirtió en un problema de salud pública, al tratarse de una Ley de nivel constitucional, la Segunda Enmienda no puso ser cambiada, pero sí se establecieron controles más estrictos para permitir a un ciudadano estadounidense comprar armas de fuego.


En su campaña para la presidencia, Donald Trump aseguró que esos controles se trataban de una violación directa a las garantías individuales de los estadounidenses e hizo la promesa de que él echaría atrás esas medidas en caso de llegar a la presidencia.





El 7 de febrero de 2025, a menos de 20 días de haber tomado la presidencia de Estados Unidos para un segundo periodo, Donald Trump anunció una orden ejecutiva para revertir los controles sobre la venta de armas aplicados en el gobierno de Joe Biden.


Grupos defensores de la portación de armas, como organizaciones civiles, clubes de cazadores, coleccionistas, comerciantes y asociaciones de aficionados al tiro, celebraron la decisión de Trump e incluso afirmaron que durante las elecciones "miles de sus integrantes" que votaron por él fueron a las casillas para apoyar esa propuesta en específico.


Por ejemplo, la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés), una de las más radicales de este sector, señaló en un posicionamiento que se sienten satisfechos con esa orden ejecutiva porque consideran que Donald Trump cumplió con lo que les prometió: "Los miembros de la NRA fueron fundamentales, acudieron a las urnas en cantidades récord para asegurar su victoria, y él está demostrando ser digno de sus votos, fe y confianza en sus primeros días en el cargo".





Del lado contrario, activistas en contra de la portación de armas consideraron que esta decisión es un revés a los avances logrados en la lucha para mitigar la violencia armada en hogares, escuelas y centros de entretenimiento en Estados Unidos.


La orden ejecutiva firmada por Donald Trump no es un mandato inmediato para eliminar los controles de venta y posesión de armas. Si no que le da 30 días a la Fiscal General para investigar los daños o limitaciones que las medidas de Joe Biden pudieran dar a la Segunda Enmienda.


Algunas de esas medidas tienen que ver con regulaciones estrictas a centros de venta de armas al público, investigaciones exhaustivas de antecedentes penales de los compradores, controles detallados de números de serie de los equipos vendidos.


También, con Joe Biden, se endurecieron las sanciones a las empresas de la industria armamentista por vender equipos y municiones a personas no identificadas, no denunciar lotes de armas perdidas o robadas y falsificar registros para ocultar ventas ilegales.


Además, se planteó una "tolerancia cero" sobre el tema de "armas fantasma", que son pistolas que la gente puede comprar por "partes" y ensamblarlas en casa. Este tipo de kits no contaban con números de serie.


En su primer mandato, el presidente Trump designó a la industria de armas de fuego como “esencial” y también promovió las tiendas de armas, los campos de tiro y los centros distribuidores de municiones como parte del derecho de los estadounidenses para mantenerse seguros.


En caso de que la investigación a cargo de Pam Bondi determine que se violentó la Segunda Enmienda con las medidas de Joe Biden, Donald Trump las revocará.


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