Adolescencia, la serie del momento
- Nohemy García Duarte
- 2 abr
- 4 Min. de lectura
En el ámbito del entretenimiento audiovisual en casa, la mini serie británica Adolescencia (2025), apenas estrenada el mes pasado en la plataforma Netflix, casi de forma inmediata se ha convertido en el boom mediático del momento a nivel internacional. La recepción de la audiencia ha sido unánimemente favorable, tanto del público en general como de la crítica especializada. Ésta última coincide en calificarla como una de las mejores producciones que se hayan hecho en la industria del entretenimiento de los últimos años. Pero ¿dé que trata esta grabación y a qué debe su éxito generalizado?
Adolescencia es un drama detectivesco de cuatro capítulos, cada uno de casi una hora de duración, en el que el propósito central de la historia va más allá de atrapar al culpable del homicidio de una menor de edad —delito presuntamente cometido por un compañero de escuela—, sino que escudriña en las diversas motivaciones y en el contexto que llevaron a Jamie Miller, un estudiante de trece años de edad y personaje central de la serie, a realizar tal crimen.
La serie, dirigida por Philip Barantini, está ambientada en un barrio londinense de clase media baja, en el seno de una familia como tantas en estos tiempos, con dos hijos que asisten a sus respectivas escuelas, en la que el padre es un plomero que trabaja todo el día, la madre está a cargo de la casa y todo funciona en una aparente normalidad. Esta cotidianeidad se altera abruptamente una mañana, cuando un escuadrón de la policía irrumpe en la casa de los Miller para llevarse a Jamie a la comisaría, quien asustado sólo atina a decir “yo no hice nada”.
A partir de este aparatoso inicio, muy al estilo hollywoodense, la serie desglosa en cada uno de los capítulos una vertiente distinta de la problemática social, escolar, psicológica y familiar que emerge a medida que la investigación policiaca avanza, de tal manera que en cada capítulo se analiza uno a uno esos espacios en los que Jamie Miller se desenvuelve. Creada por Jack Thorne y Stephen Graham, este último también guionista, actor y productor de la serie, la historia está a cargo de pocos personajes y en atmósferas cerradas, de tal forma que el público rápidamente sintoniza con la propuesta escenográfica.
A medida que la narración avanza, la audiencia tiene más elementos para comprender la complejidad del entorno de socialización y de interrelaciones afectivas en el que Jamie se desenvuelve: en su casa con sus padres, hermana y vecinos; en la escuela con sus amigos, compañeros, estudiantes y maestros y, sobre todo, la violencia que se respira en este ambiente imaginado seguro, y el papel protagónico que las redes sociales adquiere entre est@s jóvenes que conviven en un mundo virtual cifrado y ajeno a los adultos con términos como: manósfera, la regla del 80 / 20, un Incel, la píldora roja, entre otros.
Un tercer capítulo de Adolescencia, quizás el más impactante, es el que presenta una entrevista de valoración emocional entre Jamie y la psicóloga Brioney Ariston, que acude al sitio de retención policiaca, como requisito previo al proceso de enjuiciamiento del menor acusado de asesinato. El episodio está muy bien realizado desde el punto de vista actoral y dramático, puesto que ambos actores —Owen Cooper y Erin Doherty, respectivamente— hacen gala de sus capacidades histriónicas. El cuarto y último capítulo de la miniserie cierra la historia como inició, en el entorno familiar de Jamie Miller, en el que su madre, hermana y padre intentan sobrellevar sus vidas con cierta normalidad y tratando de entender ¿qué les pasó como familia? ¿qué hicieron mal como padres?
En torno a esta temática del bulling o acoso escolar, en la cinematografía nacional reciente destaca el filme Después de Lucía (2012), del director mexicano Michel Franco, cinta galardonada en el Festival de Cannes, en la sección “Una cierta mirada”. En esta cinta, el interés del cineasta no es tanto visibilizar la violencia escolar, sino conocer el origen de este problema que con mucha frecuencia se genera en ámbitos escolares adolescentes, como es el caso que nos ocupa.
Desde el punto de vista cinematográfico, de manejo de cámaras y del uso del plano secuencia como técnica de filmación para toda la serie, Adolescencia es un gran acierto, ya que, con la grabación de escenas largas, sin muchos cortes, el director logra mantener el dinamismo y el interés del espectador que se siente cercano a la acción. Para los actores, el uso del plano secuencia representa un reto en cuanto pone en juego sus capacidades histriónicas, lo mismo que para todo el equipo técnico que debe procurar la mayor sincronía posible con el resto de los participantes en la filmación.
Volviendo a las preguntas iniciales de este artículo, ¿dé que trata esta grabación y a qué debe su éxito generalizado? Podemos afirmar que el tema fundamental que aborda Adolescencia es el bulling o acoso escolar y hostigamiento que sufren l@s jóvenes, que hoy en día se ejerce preferentemente a través de las redes sociales y que, como es de esperarse, tiene efectos importantes para el desarrollo de su personalidad en sus diferentes ámbitos de socialización.
El éxito de esta miniserie es tal que en unas cuantas semanas registra más de 60 millones de visualizaciones y, además, será transmitida de manera gratuita en las escuelas secundarias del Reino Unido, según anunció el primer ministro británico, Keir Starmer. Considero que este impacto tan favorable entre la audiencia obedece a que los productores lograron conjuntar un equipo profesional de calidad en las diferentes etapas de la producción de la serie, desde la creación de la historia, el guionismo, la realización, el reparto, la dirección y, en particular, centrar la historia no tanto en el problema en sí mismo, sino en evidenciar las posibles causas que lo generan. En ello hay una llamada de atención hacia la sociedad que ha sido receptiva a esta campanada, si nos atenemos a los índices de popularidad de este imperdible filme. @NohemyGarcaDual
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